Guachochi Muere Abandonado
Párroco católico clama por ayuda del gobierno ante la profanación criminal del templo que hace huir a pobladores de Santa Anita
GUACHOCHI.- El Párroco de Guachochi, padre Enrique Urzúa Romero emitió un posicionamiento por el enfrentamiento a balazos el pasado martes en la comunidad de Santa Anita: "Nos han lastimado, han destruido nuestros pueblos, nuestras casas padre, nuestros animales se van a morir de hambre."
El comunicado señala: "Ante los hechos ocurridos el pasado lunes 7 de junio en la comunidad de Santa Anita, perteneciente a esta parroquia, a nombre de la comunidad parroquial, religiosas y sacerdotes que caminamos con estos pueblos, y que sentimos el dolor de nuestra gente, quiero agradecer profundamente las muestras de solidaridad que hemos recibido a través de los medios de comunicación por parte de toda nuestra sociedad y de la Iglesia, tanto a nuestro señor obispo, a la diócesis y de manera especial a estas comunidades lastimadas, hundidas en la incertidumbre y la zozobra que esta violencia que vivimos causa.
Ruego a toda la comunidad que nos escuche a través de esta carta, sigamos orando por la paz que tanto anhelamos, es deber de todos, buscar caminos que nos conduzcan a vivir en libertad. En varios lugares de nuestra patria se vive y se escuchan los dolores que a nosotros nos aquejan.
Ayer en nuestro templo parroquial, una madre raramuri y su familia llorando despidieron a su hijo Claudio, quien fuera asesinado el lunes y aqui mismo durante el dia, llegaron algunas personas desplazadas de las comunidades de Santa Anita, el Rosado y Nacachi, para llorar ante nuestro Padre de misericordia. Con lagrimas en los ojos y su voz quebrada me han dicho: padre, no tengo palabras para expresar tanto dolor, nos han lastimado, han destruido nuestros pueblos, nuestras casas padre, nuestros animales se van a morir de hambre, ¿cuándo podremos regresar a nuestras casas?
Maestros que trabajan en la comunidad, han llorado delante del altar por el pueblo que aman, por sus niños, a los que quieren y con los que han estado años conviviendo, me expresan su dolor e impotencia. Las imágenes del Cristo, de Santa Anita, de Nuestra Madre Santisima, etc.. balaceados, junto con varios casquillos percutidos y recogidos en nuestra visita del martes y hoy expuestos en el altar de este templo parroquial, son imagen de este pueblo herido que pide la paz.
En medio de este ambiente de dolor, pero con profunda esperanza, ruego a Dios en este dia solemne de Corpus. por nuestras autoridades civiles para que el Señor les conceda la sabiduría necesaria en sus estrategias de seguridad. Agradezco a las autoridades locales y estatales sus atenciones y su disponibilidad personal para atender a las victimas de estos hechos, al presidente municipal Ing. Pepe Yañez y a la gobernadora del Estado, la maestra Maru Campos.
Pero, siendo el Estado Mexicano, el responsable de procurar y velar por la seguridad de todos les ruego a los tres órdenes de gobierno, garantizar el restablecimiento de la paz en estos pueblos y la presencia permanente de las fuerzas del estado, es el clamor comunitario, pues lo ocurrido el pasado lunes, es un hecho que se suma a la terrible tragedia donde murieron nuestros mártires Joaquin y Javier.
Al balacear de manera directa, el templo de una comunidad, han lastimado lo más sagrado de un pueblo que es profundamente religioso, se ha profanado el lugar comunitario del encuentro, el lugar donde una comunidad, vive su historia, su profundidad de vida. Estos acontecimientos están dentro de otros tantos que no han sido públicos pero que tienen a estas comunidades en el temor, por lo que no podemos decir que este es un hecho aislado, Pido el auxilio para garantizar la paz y la libertad de estos pueblos.
Con esperanza, hago un llamado a quienes provocan sufrimiento y muerte en nuestras comunidades. ¡Hermanos, escuchen la voz de Dios!, estoy seguro que la gran mayoria son bautizados, somos hermanos y aún estando dentro de las filas de la muerte, nuestro Padre y su Padre les ofrece vida. Les tenemos en nuestros corazones, ayer miércoles oramos por ustedes, por la conversión de sus corazones, conviertan sus armas en arados para labrar la tierra, en instrumentos para cantar y alegrar. Que triste mirarlos entre los montes cuidándose de todo y padeciendo hambres y fríos. El Señor les ofrece libertad. Mi abrazo y mi oración por ustedes."
