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Obispo de la Tarahumara Juan Manuel Gonzalez por fin alza la voz con el caos criminal en la sierra

HIHUAHUA.- El obispo de la Tarahumara Juan Manuel González Sandoval despertó.

Emitió  un manifiesto por la balacera de ayer en el municipio de Guachochi que dejó 4 muertos.

El obispo cuestionó la estrategia y el papel de las autoridades, quienes no han podido garantizar la seguridad de la población.

 “No solamente nos hacen sentir la vulnerabilidad y la impotencia que tenemos cuando por momentos pareciera que estamos en un estado de guerra, donde se habla y se manda un toque de queda, la suspensión de clases, cierre de negocios, no salir a la calle, pues ¿en qué país estamos?, ¿dónde y cómo están creciendo nuestros niños y jóvenes?, ¿qué no tenemos un Estado de Derecho? donde como ciudadanos se nos den nuestras garantas individuales.
Ante el llamado de la ciudadana, reconocemos y agradecemos a las autoridades de seguridad la respuesta pronta y oportuna que tuvieron en este trágico suceso, pero sabemos que eso no basta
Como Iglesia, como creyentes, como chihuahuenses y como mexicanos queremos y exigimos una política y una estrategia de seguridad que evite la muerte, la zozobra, el espanto, la angustia de tanta gente de nuestra sierra Tarahumara y en general de todo el país
No puede ni debe estar en manos de grupos criminales la vida de un hito de la ciudadanía.
La sociedad civil buscamos y queremos la paz, queremos que nuestros tres niveles de gobierno nos escuchen y respondan. En qué momento se les fue el Poder y autoridad para hacer cumplir la Ley.
Como creyentes en Jesucristo príncipe de la paz y Santa María de Guadalupe madre nuestra seguiremos promoviendo formas metodologías que ayuden a la reintegración social, pero pedimos y suplicamos que nuestras autoridades civiles cumplan y hagan lo que les corresponde, al fin de cuentas por eso y para eso están donde están, por eso las elegimos.
A los grupos criminales como hijos, hermanos, connacionales, paisanos, les pedimos que reflexionen, que busquen otros caminos legítimos de tener y llevar una vida digna, se pongan en estado de conversión. No podemos ni queremos vivir en guerra”, subrayó el Obispo .